martes, agosto 30, 2011

Petegate


En estos tiempos de televisión berreta, donde no hay disparidad, donde todo se concreta de manera homogénea y la “información” es diferida a través de la repetición que genera el efecto dominó impuesto siempre por los mismos actores; en esta amalgama de mediocres y chabacanos donde todo es lo mismo y da lo mismo, ya no se diferencia la tragedia de la comedia, ya no hay contrastes, no se sabe donde empieza ni donde termina lo bueno, lo malo y lo feo. En este triste contexto Fantino conduce un programa de fútbol con periodistas deportivos y ex jugadores y otro de nimiedades faranduleras con gatos y personajes bizarros sin marcarse entre ellos variante alguna. Todo es lo mismo. Repercuten los mismos temas en programas tan disímiles como 6,7,8 e Intrusos; pasando por Televisión Registrada y Viviana Canosa. Ahora, gracias al affaire Alfano/ Massera los canallas de Rial y Ventura se convierten en detractores de la dictadura del día a la noche. Y lo peor: otros periodistas mucho más respetables les dan el visto bueno. ¿Increíble o patético? En estos tiempos de televisión degradante hay que bancarse escuchar -a un dinosaurio pseudo mafioso colaborador de los militares como Sofovich- basurear en cámara a un pibe que si bien como periodista deja mucho que desear es hijo de una desaparecida. Todo esto gratis. ¿Donde quedaron los informes periodísticos reveladores, quien le da un espacio a Osvaldo Bayer para que hable de la dictadura en serio? ¿Por qué los buenos periodistas deportivos aparecen en cuentagotas en los canales de deportes o en programas de radio y no tienen aparición masiva como los otros, los malos, que son junto a la AFA, los responsables de que en Argentina hoy se juegue tan mal al fútbol? No culpo a mi novia por sentir deseos (y luego arrepentirse) de empalar al colorado Liberman en la plaza mayor después de ver durante días el matutino de America conducido por el mencionado ufano de cabeza roja. Coincido con mi viejo en esa lúcida deducción perpetuada haciendo zapping de que Tinelli es puto, con todo el respeto que me merecen el resto de los homosexuales, incluso los que bailan en su programa. Y me pregunto. ¿Hasta donde va a llegar todo esto? Lo de Massera/Alfano/Sofovich superó todas mis expectativas. Sería interesante que se le contara a los pibes que Massera, además de cojerse a Alfano, en la misma época y desde la Escuela Mecánica de la Armada, fue el ladero de Carlos Alberto Lacoste, a quien le dio vía libre para que cree el EAM (Ente Autárquico Mundial 78). Desde allí Lacoste hizo y deshizo lo que quiso antes, durante y después del mundial de 1978. Gastó 520 millones de dólares para la realización del mundial, 400 más que España para la edición del 82; lo que incrementó un 29,10 % la deuda externa argentina. Desde River Plate, club en el que se cobijaba, Lacoste le impuso a Menotti la presencia en la selección del jugador Norberto Alonso, y mediante su amigo Joao Havelange, se catapultó hacia la vicepresidencia de la FIFA, cargo que ocupó hasta bien entrados los 80. Fue Lacoste también quien impulsó la llegada de Julio Grondona a la AFA, el tan cuestionado y actual presidente de la institución. Todo esto se lo dejó hacer Massera, mientras Graciela, seguramente, le daba lengua a la matraca. Está claro que lo que se discute hoy en la televisión es muy poco. Teniendo en cuenta que, además de estas historias futboleras, sobre el tema Massera hay mucha más tela para cortar. Treinta mil desaparecidos no es poca cosa. Pero pareciera que al gran publico de hoy le interesan solo los petes. O como, quien, a quien y donde los hacen.

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